El culto de Mitra, la religión más misteriosa del Imperio Romano

Dos mil años después de que se difundiera en Roma, las  incógnitas del culto occidental al dios Mitra se siguen multiplicando
Tauroctonía en el mitreo de Capua, Italia
Mitra que sacrifica al toro en un fresco del mitreo de Capua. Fuente: Carole Raddato/Wikimedia - El dios Mitra sacrifica a un toro

El culto de Mitra fue una religión mistérica que se difundió principalmente en el Imperio Romano entre los siglos I y IV d.C. Articulado en torno a la deidad persa Mitra, representa un fascinante ejemplo de sincretismo religioso, capaz de reinterpretar los rituales, símbolos y creencias persas para adaptarlos a las estructuras y valores romanos.

Un culto llegado de Oriente

La figura de Mitra se originó en Persia (actual Irán) en el contexto de la antigua religión zoroástrica. En este sistema religioso, Mitra era una deidad secundaria. Se le asociaba a la luz, la justicia y los pactos, además de considerársele protector de la verdad y mediador entre el dios Ahura Mazda y el mal. Aunque nunca alcanzó la posición de dios supremo en la religión zoroástrica, se estima que Mitra formaba parte de una serie de deidades persas destinadas a proteger y guiar al pueblo.

Gracias a la expansión del Imperio Aqueménida y las posteriores interacciones entre Oriente y Occidente, la figura de Mitra llegó a ser conocida en el mundo grecorromano. Sin embargo, en su proceso de adaptación, el culto a Mitra experimentó cambios significativos. Así, pasó de ser una figura divina vinculada a los pactos y la luz a convertirse en un dios solar y guerrero, protector de la justicia y del orden cósmico.

Tauroctonía conservada en el Kunsthistorisches Museum de Viena. Fuente: Christian Chirita/Wikimedia

La difusión del mitraísmo en el Imperio Romano

La llegada del mitraísmo a Roma se atribuye generalmente a los soldados que sirvieron en las provincias orientales del imperio y que adoptaron elementos religiosos locales durante sus campañas. El sistema militar romano, que movilizaba constantemente tropas y soldados entre provincias, habría facilitado la difusión de esta religión por el imperio. Mitra, en cuanto deidad asociada con la lealtad y la valentía, representaba un ideal para los soldados, que encontraban en su culto un sistema que valoraba los principios de disciplina, lealtad y hermandad.

El mitraísmo se expandió con rapidez por las fronteras del imperio, sobre todo en las provincias fuertemente militarizadas del Rin y el Danubio. La difusión no se promovió de manera oficial, sino que se produjo a través de pequeños grupos. El culto de Mitra nunca alcanzó el estatus de religión de Estado en Roma, a diferencia de otras corrientes. Se mantuvo siempre como un culto secreto y exclusivo, reservado solo para los iniciados. Con todo, el mitraísmo llegó a ser muy popular y coexistió con otras religiones hasta que, con la adopción del cristianismo como religión oficial en el siglo IV d.C., se prohibieron los cultos paganos.

Estatua pétrea de Mitra
Detale de una estatua que representa al dios Mitra. Fuente: Marie-Lan Nguyen/Wikimedia

Rituales de iniciación y principales creencias mitraicas

Puesto que solo los iniciados podían acceder a sus misterios, los rituales y las prácticas del culto de Mitra siguen celando numerosas incógnitas. Se sabe que el culto se articulaba a través de un sistema de grados que estructuraba el progreso espiritual del adepto. Este recorrido constaba de siete etapas o niveles. Estos grados eran, en orden ascendente: Corax (cuervo), Nymphus (novicio), Miles (soldado), Leo (león), Perses (persa), Heliodromus (corredor del sol) y Pater (padre). Cada uno de estos grados simbolizaba un paso en la búsqueda de la iluminación espiritual y exigía la realización de rituales de iniciación específicos, que podían incluir pruebas de resistencia y disciplina.

Una de las imágenes más reconocibles del culto a Mitra es la tauroctonía, esto es, la escena en la que Mitra sacrifica un toro sagrado. La imagen se encuentra representada en numerosos relieves y pinturas que, en la mayoría, se emplazaban en mitreos. En términos simbólicos, la tauroctonía representa el acto creador de Mitra, mediante el cual el universo y la vida misma son generados a partir de la muerte del toro. Esta escena también refleja la lucha entre el bien y el mal, un tema central en la teología mitraica, que ve a Mitra como un héroe y protector de la humanidad. Algunos estudiosos interpretan esta escena como una alegoría de la regeneración cósmica y la redención espiritual, que constituía una de las principales bases del culto​.

Los adeptos de Mitra solían participar del banquete ritual. En este banquete, los iniciados consumían alimentos en honor a Mitra, un acto que establecía la comunión espiritual con la deidad al tiempo que fortalecía los lazos de hermandad entre los iniciados. Algunos académicos han visto en este acto de compartir el pan y el vino una prefiguración de la eucaristía cristiana.

Ara de Mitra en el mitreo de San Clemente
Interiore del mitreo de San Clemente en Roma. Fuente: Dnalor 01/Wikimedia

El mitreo, un importante centro del culto

El mitreo, o templo de Mitra, era el espacio físico donde se realizaban las ceremonias y rituales del culto. Estos templos subterráneos de tamaño reducido se diseñaban para asemejarse a una cueva, en referencia al lugar mítico donde Mitra habría nacido y ejecutado la tauroctonía. Se construían en lugares apartados para mantener el culto en secreto y solo los iniciados podían acceder a él. En la entrada del mitreo solía haber un vestíbulo, donde los aspirantes al culto esperaban antes de ser admitidos.

En el interior del mitreo, la tauroctonía ocupaba un lugar central en el altar, mientras que a los lados se disponían bancos en los que se sentaban los iniciados durante los rituales. Los murales y relieves en las paredes de este espacio solían representaban escenas de la vida y hazañas de Mitra. El mitreo también tenía una función formativa, pues en este espacio los adeptos recibían instrucción en las creencias y valores del mitraísmo.

Rcreación fantástica de un grupo de soldados romanos en un mitreo
El culto de Mitra exigía el mayor de los secretos. Recreación fantasiosa de soldados romanos en un mitreo. Fuente: Microsoft Designer/Erica Couto

Se han descubierto mitreos en muchas partes del Imperio Romano, desde Britania hasta Siria y desde África del Norte hasta el Danubio. Esto demuestra la gran extensión geográfica que experimentó el culto en época romana.

El culto de Mitra supo capturar las necesidades espirituales de muchos romanos, sobre todo de aquellos que buscaban un protector divino en tiempos de incertidumbre. A través de un sistema de ritos de iniciación y la promesa de redención, el mitraísmo se consolidó como una opción espiritual relevante durante varios siglos. Con la consolidación del cristianismo como religión oficial, sin embargo, el mitraísmo se suprimido y sus seguidores se vieron abocados a abandonar sus prácticas.

Referencias

  • Beck, Roger. 2006. The Religion of the Mithras Cult in The Roman Empire. Nueva York: Oxford University Press.
  • Chalupa, Aleš. 2008. “Seven Mithraic Grades: An Initiatory or Priestly Hierarchy?”. Religio, 16(2): 177-201.
  • Clauss, Manfred. 2000. The Roman Cult of Mithras: The God and His Mysteries. Edimburgo: Edinburgh University Press.

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