Las bacterias causantes del acné viven en la piel de todos los individuos, y sin embargo en el rostro de una de cada cinco personas solo aparecen espinillas ocasionalmente, mientras el resto de los mortales ve como su cara se inunda de granos en la adolescencia, y a veces incluso en edades más avanzadas. ¿A qué se deben estas diferencias? Científicos estadounidenses de las universidades de California y Washington han llegado a la conclusión de que existen dos tipos de cepas de bacterias del acné: unas “malas”, asociadas a las desagradables espinillas, y otras “buenas”, que mantiene la piel sana y libre de granos purulentos.