La sequía se ha convertido en un problema crítico en España, afectando tanto al abastecimiento de agua para consumo humano como a la agricultura. De hecho, gran parte de nuestro país está atravesando una significativa escasez de agua que se ha prolongado durante varios años. Las precipitaciones presentan una distribución irregular a lo largo del país: así ha cambiado la pluviometría en España.
La importancia de la pluviometría en España
La pluviometría en España mide las precipitaciones promedio, repartidas por todo el país, que caen en un intervalo de tiempo concreto. Es un modo de medición clave para entender nuestro clima. Sin embargo, en los últimos años también ha arrojado datos preocupantes sobre la falta de agua.
Impacto en el abastecimiento de agua y la agricultura
A mediados de 2024, con el verano por delante, la situación de los embalses peninsulares fue calificada de alarmante. La reserva hídrica se encuentra al 66.3%, nivel ligeramente por encima de la media de los últimos diez años. Cuando la pluviometría en España se vuelve más irregular, son las cuencas sur y este del país las que más sufren, según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Algunos observatorios en el sureste peninsular han registrado precipitaciones que no alcanzan los 10 litros por metro cuadrado (l/m²), cifras comparables a las de regiones desérticas.

La variabilidad climática y su efecto en las precipitaciones
En nuestra geografía, la variabilidad climática es notable, con regiones que reciben altos niveles de precipitación y otras que experimentan sequías prolongadas. La influencia de factores geográficos, como la ubicación montañosa o la proximidad al mar, determina la distribución de las lluvias. Las regiones más lluviosas suelen estar en zonas montañosas expuestas a los vientos húmedos, mientras que las áreas más secas se encuentran en regiones con sombra pluviométrica o influenciadas por vientos secos.
En el norte de España, las lluvias son más frecuentes debido a la influencia de los frentes atlánticos. Galicia y el País Vasco, por ejemplo, experimentan precipitaciones abundantes durante todo el año. En contraste, el sureste del país, como la Región de Murcia y Almería, sufre condiciones de sequía severa, con precipitaciones que no alcanzan los 10 litros por metro cuadrado en algunos observatorios. Esta variedad de la pluviometría en España afecta la disponibilidad de agua y la capacidad de respuesta ante períodos prolongados de sequía.
La variabilidad climática también se manifiesta en la frecuencia e intensidad de fenómenos meteorológicos extremos. Las precipitaciones intensas y las sequías prolongadas son cada vez más comunes, influenciadas por el cambio climático. Comprender la pluviometría y su variabilidad es crucial para prever estos eventos y desarrollar estrategias de adaptación que minimicen su impacto en las comunidades y el medio ambiente.
Regiones más secas de España
Pero ¿cuáles son concretamente los municipios donde más y menos llueve en nuestro país, según los datos de pluviometría en España? Desde la web Meteored, aseguran que, actualmente, “es imposible saber cuáles son los lugares más y menos lluviosos de nuestro país, ya que no disponemos de estaciones meteorológicas a cada metro”. No obstante, a juzgar por las estadísticas, se pueden hacer algunas aproximaciones.
Los municipios con menor precipitación: Arona y Tarajalejo
Uno de los municipios más secos de España es Arona, ubicado en la isla de Tenerife. Según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET), el faro de la Punta de la Rasca en Arona registra una precipitación media anual de apenas 70 l/m². Este bajo nivel de lluvia se debe a la ubicación de Arona a sotavento de los vientos alisios y al efecto foehn provocado por el Teide, que reduce considerablemente las precipitaciones.
Asimismo, en el municipio de Tarajalejo, situado en el sur de Fuerteventura, se observan niveles de precipitación similares a los de Arona, con una media anual que también ronda los 70 l/m². La topografía plana de Fuerteventura y su proximidad a África contribuyen a estos bajos registros pluviométricos, característicos de un clima semiárido, según los expertos.

Otras áreas áridas: Cabo de Gata y Tabernas
Ya en la península, el Cabo de Gata, en la provincia de Almería, destaca como una de las zonas más secas. Los observatorios en esta región registran una precipitación media anual entre 130 y 150 l/m². La aridez del Cabo de Gata se debe a su ubicación en una zona de sombra pluviométrica, influenciada por las montañas de Sierra Nevada, que bloquean los frentes húmedos procedentes del Atlántico.
Del mismo modo, otro municipio notablemente seco es Tabernas, también en Almería, conocido por su desierto, el único de Europa continental. Las precipitaciones en esta área rara vez superan los 150 l/m² anuales. La influencia de Sierra Nevada y los suelos compuestos de yesos y arcillas limitan el crecimiento de la vegetación, exacerbando su aridez.
Zonas críticas: Andalucía, Murcia, Baleares, Ceuta y Melilla
Andalucía, la Región de Murcia, las Islas Baleares, Ceuta y Melilla son algunas de las regiones de España más amenazadas por la sequía. Según el mapa de riesgos hídricos de Aqueduct, estas áreas están catalogadas en riesgo crítico debido a la escasez de agua. La falta de lluvias y el estrés hídrico han llevado a implementar restricciones en el consumo de agua y a buscar fuentes alternativas de abastecimiento.
La situación en estas zonas es el resultado de una combinación de factores climáticos y geográficos que limitan las precipitaciones. La influencia de vientos secos y la sombra pluviométrica de las montañas contribuyen a la escasez de agua. Además, el crecimiento poblacional y el aumento de la demanda de agua agravan el problema, haciendo que la gestión eficiente de los recursos hídricos sea más crucial que nunca, como señalan los datos de pluviometría en España.
Para mitigar los efectos de la sequía en estas regiones, es esencial adoptar medidas de adaptación al cambio climático y promover prácticas sostenibles de uso del agua. La inversión en infraestructuras de almacenamiento y distribución de agua, así como en tecnologías de riego eficientes, puede ayudar a garantizar un suministro adecuado y sostenible en el futuro.
Regiones más lluviosas de España
Como contraparte, la pluviometría en España también mide sus picos y récords de precipitaciones en la franja alta. Observando estos datos, podemos ver que los lugares que concentran la mayor parte de precipitaciones del país son muy dispares entre sí.
La Sierra de Grazalema: El lugar más lluvioso
En el extremo opuesto, se sitúan aquellos lugares donde la lluvia es más abundante. Sin embargo, en un país tan diverso climáticamente como España, no es fácil encontrar el punto más lluvioso. Algunos expertos consideran que la zona más húmeda de España se encuentra en la provincia de Cádiz, en concreto en la Sierra de Grazalema. Aquí, la media anual de lluvia ronda los 2.100 mm, llegando en algunos años excepcionales a superar los 4.000 mm.
A pesar de la asociación de Andalucía con el buen clima y las temperaturas cálidas, este elevado nivel de lluvias se debe a los vientos húmedos del Atlántico que, al chocar con las montañas de Grazalema, se elevan y enfrían, liberando grandes cantidades de lluvia.
Otras áreas con alta pluviosidad: O Cadán, Picos de Europa y Sierra de Ancares
En segundo lugar, se encuentra la sierra pontevedresa de O Cadán, en Galicia, donde también se han registrado niveles extraordinarios de precipitación, superando los 4.000 mm en años especialmente húmedos. Dentro de Galicia, Vigo y Pontevedra son dos de las ciudades más lluviosas, con medias anuales de 1.791 mm y 1.651 mm, respectivamente.

Además, los Picos de Europa, en Asturias, también se encuentran entre las regiones más lluviosas del país. Localidades como Amieva registran precipitaciones que pueden superar los 2000 l/m² anuales. En este caso, surge una combinación de la influencia del mar Cantábrico y el relieve montañoso que contribuye a estas altas cifras pluviométricas.
Pero tampoco se queda atrás la Sierra de Ancares, en el noroeste de la provincia de León, otra área con elevada pluviosidad. En esta zona, las precipitaciones medias anuales oscilan entre 1800 y 2000 l/m². La presencia de montañas y la influencia de los frentes atlánticos generan abundantes lluvias en esta región. Y es que, la influencia orográfica es determinante en la distribución de las lluvias en España. En este sentido, la Sierra de Gredos, situada en el Sistema Central, canaliza y retiene muy bien las masas húmedas de los frentes procedentes del oeste y suroeste.

Situación hídrica favorable: Galicia y Asturias
Otros puntos destacados incluyen la Cordillera Cantábrica y los pueblos del Alto Pirineo de Navarra, abiertos también a los vientos del norte, que aportan la humedad del Atlántico y del Cantábrico. En general, estas zonas montañosas presentan medias anuales de lluvia superiores a los 1.500 mm, con picos de entre 3.000 y 4.000 mm en años especialmente lluviosos.
En Galicia, ciudades como Vigo y Pontevedra son conocidas por ser de las más lluviosas del país, con medias anuales de 1.791 y 1.651 milímetros, respectivamente. La abundante pluviometría favorece la agricultura y la biodiversidad, convirtiendo a esta región en un referente en la gestión sostenible de los recursos naturales.
Asturias, con su proximidad al mar Cantábrico y su relieve montañoso, también disfruta de una situación hídrica favorable. Las precipitaciones regulares y la gestión eficiente del agua aseguran el suministro para la población y la agricultura. La experiencia de estas regiones en la gestión de los recursos hídricos puede servir de modelo para otras áreas de España que enfrentan desafíos relacionados con la escasez de agua.
Factores geográficos que influyen en la pluviometría
No hay un único motivo por el que en un sitio llueva más que en otro. La diversidad de climas de este país hace que la pluviometría en España también sea diversa. Pero, además de las temperaturas, los accidentes geográficos de cada zona también influyen en la formación de precipitaciones.
La influencia de las montañas
Las montañas desempeñan un papel crucial en la distribución de las precipitaciones en España. Actúan como barreras que elevan las masas de aire húmedo, provocando lluvias orográficas al enfriarse el aire y liberar humedad. Este fenómeno es especialmente evidente en regiones como la Sierra de Grazalema y los Picos de Europa, donde las montañas intensifican las precipitaciones.
La influencia orográfica no solo afecta la cantidad de lluvia, sino también su distribución espacial. En áreas de sotavento, como el Cabo de Gata, las montañas bloquean los frentes húmedos, creando zonas de sombra pluviométrica con precipitaciones significativamente menores. Esta variabilidad en la pluviometría destaca la importancia de la geografía en la planificación de recursos hídricos.
Es importante tener en cuenta que esta aproximación varía de un año a otro, dependiendo de las tendencias climáticas predominantes. Actualmente, los datos muestran que las cuencas del sur, este y la del Cantábrico Oriental tienen menos agua que la media de la última década. Destacan áreas como la cuenca del Segura (23,4%), las cuencas internas de Cataluña (27%), Guadalete-Barbate (30%) y la Cuenca Mediterránea Andaluza (31,5%). En contraste, las cuencas septentrionales, como Miño-Sil, Galicia Costa y Cantábrico Occidental, suelen tener mejores niveles de precipitación.
La proximidad al mar y su efecto en las lluvias
La proximidad al mar influye significativamente en los patrones de lluvia en España. Las regiones costeras, especialmente las del norte, reciben más precipitaciones debido a la influencia de los frentes atlánticos y las corrientes oceánicas. El mar actúa como una fuente de humedad que, al interactuar con el relieve, provoca lluvias intensas y regulares.
En el norte de España, comunidades como Galicia y el País Vasco experimentan lluvias frecuentes gracias a su cercanía al océano Atlántico. Esta abundancia de agua favorece la agricultura y la biodiversidad, convirtiendo a estas regiones en ejemplos de gestión sostenible de los recursos hídricos. En contraste, las áreas mediterráneas, aunque también están cerca del mar, reciben menos precipitaciones debido a la influencia de vientos secos y altas presiones.
La comprensión de la influencia marina en la pluviometría es fundamental para desarrollar estrategias de gestión del agua adaptadas a las condiciones locales. La proximidad al mar puede ser una ventaja para el suministro de agua, pero también requiere una planificación cuidadosa para evitar problemas de inundaciones y garantizar un uso sostenible de los recursos.
Datos actuales y tendencias de precipitación en España
La pluviometría en España ha presentado cambios significativos en la última década que ya permiten hablar de tendencia. Salvando excepciones como la DANA de Valencia o fenómenos más puntuales, hablamos de un país que se está volviendo más seco.
Evaluación de la reserva hídrica en embalses peninsulares
La evaluación de la reserva hídrica en los embalses peninsulares es crucial para entender la disponibilidad de agua en España. Actualmente, las reservas están al 66.3%, un nivel ligeramente superior a la media de los últimos diez años. Sin embargo, las cuencas del sur y este, como la del Segura y las cuencas internas de Cataluña, enfrentan condiciones de sequía severa, lo que resalta la necesidad de una gestión eficiente de los recursos hídricos.
El monitoreo constante de las reservas hídricas permite anticipar posibles escaseces y planificar medidas de mitigación. Las tecnologías de almacenamiento y distribución de agua, junto con prácticas de conservación, son esenciales para garantizar un suministro sostenible. Además, la evaluación de las reservas hídricas proporciona información valiosa para la planificación agrícola y el desarrollo de infraestructuras hídricas.
La gestión de las reservas de agua es un desafío continuo, especialmente en un contexto de cambio climático que puede alterar los patrones de precipitación. La inversión en investigación y tecnologías innovadoras es fundamental para mejorar la eficiencia en el uso del agua y asegurar su disponibilidad para las generaciones futuras.
Análisis de la precipitación acumulada y mapas de distribución
El análisis de la precipitación acumulada y los mapas de distribución son herramientas esenciales para comprender los patrones de lluvia en España. Estos datos permiten identificar áreas con exceso o déficit de precipitaciones y planificar medidas de adaptación al cambio climático. La actualización regular de los mapas de distribución de lluvias proporciona información valiosa para la gestión de recursos hídricos y la planificación urbana.
Los mapas de precipitación muestran claramente las diferencias regionales en la pluviometría, destacando áreas como Galicia y Asturias con abundantes lluvias, y regiones como Murcia y Almería con precipitaciones escasas. Esta información es crucial para el desarrollo de estrategias de gestión del agua adaptadas a las condiciones locales. Además, el análisis de la precipitación acumulada ayuda a prever eventos extremos, como inundaciones o sequías, y a implementar medidas de mitigación.
La disponibilidad de datos precisos sobre la precipitación es fundamental para la toma de decisiones informadas en la gestión de recursos hídricos. El acceso a bases de datos meteorológicas y la colaboración con organizaciones como AEMET son esenciales para mejorar la precisión de los mapas de distribución y asegurar una gestión eficiente del agua.

Comparativa de datos históricos y proyecciones futuras
La comparativa de datos históricos y las proyecciones futuras de precipitación son fundamentales para entender las tendencias climáticas en España. El análisis de la evolución de la precipitación media de 2013 a 2023, por ejemplo, revela cambios significativos en los patrones de lluvia, influenciados por el cambio climático. Estos datos son esenciales para prever futuros escenarios y desarrollar estrategias de adaptación que minimicen el impacto de las variaciones climáticas.
Tal como reveló recientemente el mapa de riesgos hídricos de Aqueduct, plataforma gestionada por el Instituto de Recursos Mundiales (WRI), en España las zonas más amenazadas por la sequía se concentran principalmente en las regiones del sur y este del país. Así, Andalucía, la Región de Murcia, las Islas Baleares, Ceuta y Melilla aparecen catalogadas en riesgo crítico debido a la escasez de agua. Además, una amplia extensión que abarca partes de la Comunidad Valenciana, Cataluña, Aragón, Castilla-La Mancha, la Comunidad de Madrid, Castilla y León, y Extremadura se encuentra experimentando un nivel de estrés hídrico que oscila entre medio y elevado.
En cambio, algunas regiones del país aún mantienen un estado más favorable en términos de disponibilidad de agua. Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, la Comunidad Foral de Navarra y La Rioja gozan actualmente de una situación menos crítica en lo que a estrés hídrico se refiere, según los datos del informe.
Referencias:
- Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (2024)
- Aqueduct. ‘Water Risk Atlas’. World Resources Institute (2024)