¿Para qué sirve un acelerador de partículas?

Con un acelerador de partículas podemos descifras los más íntimos secretos del universo.
cern

Desde las primeras partículas subatómicas hasta las maravillas del cosmos, los aceleradores de partículas han desempeñado un papel fundamental en la exploración de los misterios del universo. Estas monumentales máquinas científicas no solo han revolucionado la física, sino que también han encontrado aplicaciones en diversas disciplinas, desde la medicina hasta la energía. En este artículo, veremos qué es un acelerador de partículas, cómo funcionan, su historia y su utilidad en diversas áreas, además de los diferentes tipos que existen.

¿Qué es un acelerador de partículas?

El poder de la aceleración

Los aceleradores de partículas son instrumentos diseñados para acelerar partículas subatómicas, como electrones y protones, a velocidades cercanas a la de la luz. Para lograrlo, utilizan campos eléctricos y magnéticos en combinación con estructuras de aceleración. Este proceso permite a los científicos estudiar las propiedades y comportamientos de las partículas en colisiones controladas. Dichas colisiones pueden dar lugar a la formación de nuevas partículas o fenómenos inesperados, proporcionando así una ventana hacia los misterios del universo.

La aceleración de partículas es crucial para la investigación en física de partículas, ya que permite recrear condiciones similares a las del Big Bang. Las colisiones de alta energía facilitan la observación de partículas efímeras que no se encuentran en la naturaleza de forma estable. Este conocimiento es esencial para comprender la estructura fundamental de la materia y la energía.

Además de su papel en la física, la aceleración de partículas tiene aplicaciones prácticas en otras áreas. Por ejemplo, en la medicina, los aceleradores se utilizan para el tratamiento de cáncer mediante radioterapia, donde los haces de partículas aceleradas se dirigen con precisión hacia los tumores, minimizando el daño a los tejidos sanos circundantes.

Definición y función básica

Un acelerador de partículas es una máquina que incrementa la velocidad de partículas subatómicas cargadas a través de campos eléctricos y magnéticos. Su función básica es proporcionar a las partículas la energía necesaria para colisionar con otras partículas o con un blanco fijo. Estas interacciones permiten a los investigadores estudiar los componentes fundamentales de la materia y las fuerzas que los gobiernan.

Ciclotrón para la síntesis de radionúclidos y la producción de isótopos en un laboratorio de oncología en un hospital, Sofía, Bulgaria. Créditos: Stoyan Yotov - Stoyan Yotov

Los aceleradores de partículas son herramientas esenciales en la investigación científica. Permiten explorar el comportamiento de partículas elementales como quarks y leptones, así como investigar las interacciones fundamentales del universo. Además, los aceleradores son utilizados en la producción de isótopos radiactivos para diagnóstico y tratamiento médico, y en la industria para el control de calidad y el análisis de materiales.

En el ámbito de la energía, los aceleradores juegan un papel importante en la investigación de la fusión nuclear. La capacidad de replicar las condiciones extremas necesarias para la fusión, como las altas temperaturas y densidades, se logra mediante la aceleración y colisión de partículas. Esto podría conducir a una fuente de energía limpia y prácticamente inagotable.

Historia y evolución de los aceleradores de partículas

Los orígenes de los aceleradores de partículas

La historia de los aceleradores de partículas se remonta al siglo XIX, cuando científicos como J.J. Thomson comenzaron a investigar partículas subatómicas. Sin embargo, fue en 1929 que Ernest O. Lawrence construyó el primer ciclotrón en la Universidad de California, marcando el comienzo de la era moderna de los aceleradores. Este dispositivo fue revolucionario, ya que permitió acelerar partículas a energías nunca antes alcanzadas, abriendo nuevas posibilidades para la investigación científica.

A lo largo de las décadas, los aceleradores han evolucionado significativamente. Desde los primeros diseños modestos, se han desarrollado máquinas cada vez más grandes y poderosas. Esta evolución ha permitido a los científicos explorar fenómenos más complejos y profundizar en el conocimiento de las partículas elementales y las fuerzas fundamentales del universo.

El desarrollo de los aceleradores ha sido impulsado por la necesidad de alcanzar energías más altas para investigar partículas más pequeñas y efímeras. Esta búsqueda ha llevado a la construcción de instalaciones como el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) en el CERN, que es capaz de alcanzar energías inimaginables y ha revolucionado la física de partículas y la cosmología.

Importancia del ciclotrón y el LHC

El ciclotrón, desarrollado por Ernest O. Lawrence, fue un hito en la historia de los aceleradores de partículas. Este dispositivo permitió acelerar partículas cargadas en una trayectoria en espiral, utilizando campos eléctricos oscilantes en un campo magnético. Su diseño compacto y eficiente lo convirtió en una herramienta valiosa para la investigación en física nuclear y médica.

Por otro lado, el Gran Colisionador de Hadrones (LHC) en el CERN es el acelerador de partículas más grande y poderoso del mundo. Su capacidad para colisionar protones a energías extremadamente altas ha permitido descubrir partículas fundamentales como el bosón de Higgs, que es crucial para entender el mecanismo que da masa a otras partículas. El LHC ha sido fundamental para confirmar teorías y modelos en física de partículas, y continúa siendo una fuente de descubrimientos científicos.

El impacto del ciclotrón y el LHC en la ciencia moderna es innegable. Mientras que el ciclotrón sentó las bases para el desarrollo de aceleradores más avanzados, el LHC ha llevado la investigación de partículas a un nuevo nivel, permitiendo explorar los límites de nuestro conocimiento sobre el universo.

Aplicaciones de los aceleradores de partículas

Múltiples aplicaciones en la medicina

Los aceleradores de partículas tienen aplicaciones significativas en la medicina, especialmente en el tratamiento del cáncer. La radioterapia utiliza haces de partículas aceleradas, como protones y electrones, para destruir células tumorales de manera precisa. Esta técnica permite minimizar el daño a los tejidos sanos circundantes, mejorando la eficacia del tratamiento y reduciendo los efectos secundarios.

Aceleradores de partículas
Tratamiento oncológico en una clínica privada médica moderna u hospital con un acelerador lineal. Créditos: Volkan Sezai Suda - Volkan Sezai Suda

Además, los aceleradores se emplean en la producción de isótopos radiactivos utilizados en diagnóstico médico. Estos isótopos son fundamentales para técnicas de imagen como la tomografía por emisión de positrones (PET), que permite detectar y evaluar enfermedades en etapas tempranas. La capacidad de producir isótopos de corta vida media en el lugar de uso es esencial para aplicaciones clínicas.

Los aceleradores de partículas también se utilizan en la investigación médica para desarrollar nuevos tratamientos y tecnologías. Por ejemplo, la terapia de protones es una técnica avanzada que utiliza haces de protones para tratar ciertos tipos de cáncer de manera más efectiva. Esta técnica se beneficia de la capacidad de los aceleradores para generar haces de partículas de alta energía con precisión.

Contribución a la investigación de energía

En el campo de la energía, los aceleradores de partículas desempeñan un papel crucial en la investigación de la fusión nuclear. La fusión es una fuente potencial de energía limpia e inagotable, ya que reproduce el proceso que alimenta al sol. Para lograr la fusión en la Tierra, es necesario replicar las condiciones extremas de temperatura y presión que se encuentran en las estrellas, lo que se logra mediante la colisión de partículas altamente energéticas.

Los aceleradores permiten estudiar las reacciones de fusión y desarrollar tecnologías para su implementación práctica. La investigación en fusión nuclear tiene el potencial de revolucionar la producción de energía, ofreciendo una alternativa sostenible a los combustibles fósiles y contribuyendo a la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero.

Además de la fusión nuclear, los aceleradores se utilizan en la investigación de otras formas de energía, como la energía de partículas y la energía renovable. Su capacidad para analizar materiales y procesos a nivel atómico es valiosa para el desarrollo de tecnologías energéticas más eficientes y sostenibles.

Tipos de aceleradores de partículas

Los diferentes tipos de aceleradores

Existen varios tipos de aceleradores de partículas, cada uno diseñado para cumplir propósitos específicos en la investigación científica y aplicaciones prácticas. Los más comunes incluyen los ciclotrones, los sincrotrones y los aceleradores lineales. Cada tipo de acelerador tiene sus propias características y ventajas, lo que los hace adecuados para diferentes tipos de experimentos y aplicaciones.

Aceleradores de partículas
Estructura interna del CERN, Ginebra. Créditos: nikonka1 - nikonka1

Los ciclotrones son dispositivos que aceleran partículas cargadas en una trayectoria en espiral mediante la aplicación de campos eléctricos oscilantes en un campo magnético. Son valiosos para generar haces de partículas de alta energía utilizados en investigación y aplicaciones médicas, como la producción de isótopos radiactivos.

Los sincrotrones son anillos magnéticos de gran tamaño que también se utilizan para acelerar partículas cargadas. La característica distintiva de los sincrotrones es que mantienen las partículas en órbita alrededor del anillo mediante campos magnéticos, mientras un campo eléctrico aplicado en la misma dirección aumenta gradualmente su energía con cada vuelta. Son esenciales para la creación de haces de partículas altamente energéticos.

Función y características de ciclotrones y sincrotrones

Los ciclotrones, como el pionero desarrollado por Ernest O. Lawrence, son dispositivos compactos que utilizan campos eléctricos oscilantes para acelerar partículas cargadas en una trayectoria en espiral. Su diseño permite alcanzar energías considerables en un espacio reducido, lo que los hace ideales para aplicaciones en medicina y física nuclear. Los ciclotrones son ampliamente utilizados en la producción de isótopos radiactivos para diagnóstico y tratamiento médico.

Por otro lado, los sincrotrones son estructuras más grandes y complejas que aceleran partículas en un anillo cerrado. Utilizan campos magnéticos para mantener las partículas en órbita y campos eléctricos para aumentar su energía. Los sincrotrones son esenciales en la investigación de física de partículas, ya que permiten alcanzar energías extremadamente altas necesarias para estudiar partículas subatómicas y sus interacciones.

Además de estos tipos comunes, existen los aceleradores lineales, que aceleran partículas en línea recta sin la necesidad de seguir una trayectoria circular. Los aceleradores lineales son especialmente útiles para generar haces de electrones de alta energía utilizados en la terapia de radiación en medicina y en experimentos en física de partículas.

Aceleradores de partículas en España

El sincrotrón ALBA

En España, el sincrotrón ALBA, situado en Cerdanyola del Vallès, Barcelona, es un complejo de aceleradores de electrones que genera luz de sincrotrón. Esta luz permite el análisis a nivel atómico y molecular de la materia, siendo una herramienta invaluable para la investigación en múltiples disciplinas. El alcance del sincrotrón ALBA es impresionante, abarcando campos que van desde la física y la química hasta las ciencias de la vida y la conservación del patrimonio histórico.

El sincrotrón ALBA es un ejemplo de cómo los aceleradores de partículas pueden impulsar la investigación científica en un país. Sus capacidades avanzadas permiten a los científicos realizar experimentos de alta precisión y obtener datos cruciales para el desarrollo de nuevas tecnologías y materiales. Además, el sincrotrón ALBA colabora con instituciones de investigación y empresas, fomentando la innovación y el progreso científico.

El impacto del sincrotrón ALBA en la comunidad científica española es significativo, ya que proporciona acceso a tecnologías de vanguardia y facilita la colaboración internacional. Su contribución a la investigación y el desarrollo en España es un testimonio del valor de los aceleradores de partículas en la ciencia moderna.

Aceleradores de partículas
Sincrotrón ALBA. Créditos: BearFotos - BearFotos

Centro Nacional de Aceleradores (CNA)

El Centro Nacional de Aceleradores (CNA), ubicado en Sevilla, es otra instalación importante en España dedicada a la investigación en aceleradores de partículas. Establecido en 1997, el CNA es el resultado de la colaboración entre la Universidad de Sevilla, la Junta de Andalucía y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España (CSIC). Sus instalaciones se encuentran en el Parque Científico y Tecnológico Cartuja 93.

El CNA desempeña un papel crucial en el avance de la investigación científica en España. Sus aceleradores permiten realizar experimentos en física nuclear, medicina, arqueometría y otras disciplinas. Además, el CNA colabora con instituciones de investigación y empresas, proporcionando servicios de análisis y desarrollo tecnológico.

La presencia del CNA en España es un reflejo del compromiso del país con la investigación científica y el desarrollo tecnológico. Su contribución a la formación de investigadores y al avance del conocimiento en diversas áreas es fundamental para el progreso científico y social.

Impacto de los aceleradores en la sociedad

Los aceleradores de partículas tienen un impacto significativo en la sociedad, no solo en el ámbito científico, sino también en la vida cotidiana. Su contribución a la investigación médica ha mejorado el diagnóstico y tratamiento de enfermedades, salvando vidas y mejorando la calidad de vida de millones de personas. La capacidad de producir isótopos radiactivos para diagnóstico y tratamiento es un ejemplo claro de su impacto positivo en la salud.

En el ámbito de la energía, los aceleradores están en el centro de la investigación de tecnologías limpias y sostenibles, como la fusión nuclear. Su capacidad para replicar condiciones extremas es esencial para el desarrollo de fuentes de energía seguras y respetuosas con el medio ambiente, lo que podría transformar la manera en que producimos y consumimos energía.

Además, los aceleradores de partículas han impulsado el avance del conocimiento en múltiples disciplinas, desde la física y la química hasta la biología y la ciencia de materiales. Su capacidad para analizar la materia a nivel atómico y molecular ha permitido desarrollar nuevas tecnologías y materiales, con aplicaciones en la industria, la medicina y la conservación del patrimonio cultural.

Referencias

  • Andrade, F. A. (1971). Aceleradores de partículas. DFN-SMF, 329. doi: https://citeseerx.ist.psu.edu/document?repid=rep1&type=pdf&doi=c29a0a9c965d6fd919db7ee95dccbe754799f3d9#page=339
  • Amaldi, U., & Faus-Golfe, À. (2009). Pequeños aceleradores de partículas para aplicaciones médicas. Mètode: Anuario, (2009), 78-81. doi: https://metode.cat/wp-content/uploads/2011/07/2009_anuario_78.pdf

Recomendamos en