¿Por qué se ve la Luna de día?

¿Te has preguntado alguna vez por qué la Luna no es únicamente una criatura de la noche? Te explicamos el motivo.
¿Por qué se ve la Luna de día?

La Luna no tiene luz propia. Sin embargo, en ocasiones, nuestro satélite es visible no solo por la noche sino también durante el día. (De hecho, la Luna es visible durante el día casi todos los días). ¿Cómo es posible entonces?

La Luna y su reflejo solar

La luna no sería nada sin su Sol. Y es que, el motivo por el que vemos la luna es porque su superficie reflecta la luz que emite la estrella en torno a la cual orbitamos.

Reflejos

Solemos pensar en la Luna como un objeto nocturno; cuando el Sol se pone, sale la Luna, pero lo cierto es que esto está lejos de la realidad. Partamos de la premisa inicial de que nuestro satélite no tiene brillo propio. A diferencia de las estrellas, que generan su propia luz mediante fusión nuclear, la superficie de la Luna realmente actúa como un espejo. Lo que hace es reflejar la luz del Sol que nos devuelve la luz solar hacia nosotros.

Durante el día, la luz del Sol también alcanza la Luna, y su reflejo es visible para nosotros. Este hecho puede parecer contradictorio, ya que la luz del día es intensa, pero el reflejo lunar es lo suficientemente potente como para destacar en el cielo azul. La clave está en la capacidad reflectante de la Luna y su proximidad a la Tierra, que hacen que su luz reflejada sea más brillante que la de otros cuerpos celestes más distantes.

La reflexión de la luz solar por parte de la Luna es un fenómeno constante, independientemente de la hora del día. Así, la Luna es visible durante el día por la misma razón que lo es durante la noche: su capacidad para reflejar la luz del Sol. Este reflejo es un recordatorio de la interacción constante entre los cuerpos celestes y cómo la luz puede transformar nuestra percepción del universo.

¿Por qué se ve la Luna de día? - Midjourney/Sarah Romero

Influencia de la posición de la Luna respecto al Sol

La visibilidad de la Luna durante el día está estrechamente ligada a su posición relativa respecto al Sol. A lo largo del mes, la Luna se mueve en una órbita alrededor de la Tierra, lo que provoca cambios en su posición en el cielo y, por ende, en su visibilidad. Cuando la Luna se encuentra en una posición que la alinea parcialmente con el Sol, su reflejo es más visible en el cielo diurno.

Durante las fases de cuarto creciente y cuarto menguante, la Luna forma un ángulo de aproximadamente 90 grados con el Sol, lo que facilita su observación durante el día. Estos momentos son ideales para ver la Luna en el cielo diurno, ya que su posición permite que una parte significativa de su superficie iluminada sea visible desde la Tierra. En contraste, durante la luna llena, aunque está completamente iluminada, es menos visible durante el día debido a su posición opuesta al Sol.

La inclinación de la órbita lunar respecto a la órbita terrestre también juega un papel crucial. Esta inclinación, de unos cinco grados, significa que la Luna no sigue siempre el mismo camino en el cielo, lo que provoca variaciones en su visibilidad diurna. A medida que la Luna se desplaza por su órbita, su posición y visibilidad cambian, ofreciendo diferentes oportunidades para observarla durante el día.

Visibilidad diurna de la Luna

Ahora bien, aunque no se trate de un cuerpo celeste luminoso y su reflejo del sol sea constante, ¿por qué hay días en los que la Luna de día se ve y otros que no?

¿Cuándo es más visible la Luna durante el día?

La Luna es más visible durante el día en momentos específicos del mes, en particular cerca del primer y último cuarto. Durante estas fases, la Luna se encuentra a 90 grados del Sol, lo que significa que una parte de su superficie iluminada es visible desde la Tierra. Este posicionamiento permite que la luz reflejada de la Luna compita eficazmente con la luz del día, haciéndola más fácil de observar.

Además, la visibilidad de la Luna durante el día varía con las estaciones. En primavera y otoño, la inclinación del eje terrestre y la posición del Sol crean condiciones óptimas para ver la Luna durante el día. En estos momentos, la trayectoria de la Luna en el cielo es más alta, lo que incrementa las posibilidades de observarla en el cielo diurno.

Es importante destacar que la visibilidad diurna de la Luna no es un fenómeno raro. De hecho, es posible ver la Luna durante el día casi todos los días del año, siempre que las condiciones atmosféricas lo permitan. La clave está en saber cuándo y dónde mirar para aprovechar al máximo esta oportunidad de observación.

Impacto de las fases lunares en la visibilidad diurna

Y no se trata de esperar a que la Luna esté directamente en oposición al Sol en el cielo. De hecho, la luna sólo está en esta posición un único instante en todo el mes: cuando se produce la luna llena, que está a 180 grados del sol y es la única noche del mes en la que puede tener lugar un eclipse lunar. El resto del mes puede estar entre 0 y 180 grados de distancia y, al menos en teoría, visible en el cielo diurno. Los mejores momentos del mes para ver la luna a la luz del día son cerca del primer y último cuarto, cuando la luna está a 90 grados del sol en el cielo, según la NASA.

Parece una obviedad, pero la luna permanece visible también durante el día porque siempre está en algún lugar del cielo (aunque es casi imposible ver una luna nueva porque está muy cerca del sol y se pierde en su resplandor). Pero, ¿por qué parece la Luna más brillante de noche? Pues muy sencillo: aunque parece más brillante por la noche esto se debe simplemente a la falta de luz competidora.

Las fases de la luna determinan cuánta Luna veremos durante la noche y el día. Así, como hemos comentado, durante la luna llena, está directamente opuesta al Sol, lo que la convierte en la luna diurna más visible. Sin embargo, durante la luna nueva, la luna está fija entre la Tierra y el sol, lo que significa que el lado iluminado por el Sol está de espaldas a nosotros (hacia el Sol) y hace que la Luna sea mucho más difícil de distinguir en el cielo.

La luna permanece visible durante el día porque siempre está en algún lugar del cielo. - Midjourney/Sarah Romero

Condiciones atmosféricas y su efecto en la visibilidad

Las condiciones atmosféricas juegan un papel crucial en la visibilidad de la Luna durante el día. La atmósfera terrestre dispersa la luz solar, lo que da al cielo su característico color azul y puede dificultar la observación de objetos celestes. Sin embargo, la Luna, debido a su proximidad y brillo, puede superar esta dispersión y ser visible en el cielo diurno.

La claridad del cielo es un factor determinante. En días despejados, cuando hay menos partículas en suspensión que puedan dispersar la luz solar, la Luna es más fácil de ver. En cambio, en días nublados o con alta contaminación atmosférica, la visibilidad de la Luna disminuye significativamente. Por lo tanto, las mejores oportunidades para observar la Luna durante el día ocurren en condiciones de cielo claro y limpio.

Además, la estación del año también influye. Durante el invierno, el aire suele ser más claro debido a las bajas temperaturas, lo que facilita la observación de la Luna. En verano, el aumento de la humedad y la presencia de partículas en el aire pueden dificultar la visibilidad diurna de la Luna. Estos factores deben tenerse en cuenta al planificar la observación de la Luna durante el día.

Comparativa con otros cuerpos celestes

La luna, al ser el gran cuerpo que podemos ver casi cada noche en el firmamento, no escapa a la comparación con otros astros. Cada uno de ellos tiene una naturaleza distinta que condiciona nuestra capacidad de verlos en el cielo.

¿Por qué no vemos las estrellas de día?

El cielo diurno brilla en un azul intenso debido a la dispersión de la luz solar por la atmósfera terrestre. Las partículas de gas de nuestra atmósfera (principalmente nitrógeno y oxígeno) dispersan la luz que tiene una longitud de onda corta, como la luz azul y violeta. Las longitudes de onda azules más cortas se dispersan más que las longitudes de onda rojas más largas, dando al cielo su tono azul característico. Esta luz dispersa es mucho más brillante que las estrellas, razón por eso no podemos verlas cuando sale el Sol.

La competencia del Sol es arrebatadora. La Luna, sin embargo, está lo suficientemente cerca de la Tierra y es lo suficientemente reflectante como para rivalizar con esta luz dispersa, lo que nos permite verla cuando el Sol está en su momento álgido en nuestro cielo.Así, la relativa cercanía de la Luna a la Tierra (384.400 kilómetros) significa que la luz que refleja nos parece más brillante que los objetos que emiten o reflejan luz que están más lejos, como las estrellas u otros planetas.

Sin embargo, la visibilidad de la luna también está influenciada por otros factores, incluidas las estaciones, la fase actual de la luna y la claridad del cielo en un día determinado. Además, la órbita de la Luna está inclinada cinco grados con respecto a la órbita de la Tierra alrededor del Sol, lo que significa que su posición en el cielo no es constante sino que cambia a lo largo del mes y del año.

Cuando la Luna está frente al Sol, vemos Luna llena y cuando está entre la Tierra y el Sol, es Luna nueva y no es visible para nosotros. - Midjourney/Sarah Romero

La cercanía de la Luna y su brillo

La proximidad de la Luna a la Tierra, a una distancia promedio de 384.400 kilómetros, es un factor clave que contribuye a su visibilidad diurna. Esta cercanía permite que la luz reflejada por la Luna sea significativamente más brillante que la luz de las estrellas, que están a años luz de distancia. La capacidad de la Luna para reflejar la luz solar de manera efectiva la hace destacar en el cielo diurno.

Además, la Luna tiene una superficie que, aunque no es completamente lisa, es lo suficientemente reflectante para devolver una cantidad considerable de luz solar hacia la Tierra. Este brillo, combinado con su proximidad, hace que la Luna sea uno de los objetos más brillantes en nuestro cielo, superando a otros cuerpos celestes durante el día.

La interacción entre la luz solar, la atmósfera terrestre y la Luna crea un espectáculo visual único que podemos disfrutar casi todos los días. La Luna es un recordatorio de la belleza y complejidad del universo y de cómo, a pesar de la intensa luz del Sol, nuestro satélite natural puede seguir capturando nuestra atención y curiosidad.

La visibilidad de la Luna también depende de en qué fase se encuentra. - Midjourney/Sarah Romero

Referencias:

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