Arquímedes y sus inventos más enigmáticos

En sintonía con su destacada labor como físico, la memoria colectiva ha consagrado a Arquímedes por sus ingenios e invenciones a lo largo de la historia, eclipsando en cierta medida sus contribuciones a las matemáticas.
Arquímedes
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En sintonía con su destacada labor como físico, la memoria colectiva ha consagrado a Arquímedes y sus inventos a lo largo de la historia, eclipsando en cierta medida sus contribuciones a las matemáticas. Es intrigante notar que no dejó ninguna documentación escrita sobre las máquinas atribuidas a él, al menos según nuestro conocimiento actual. No obstante, contamos con múltiples referencias a diversos dispositivos, y los exploraremos independientemente de su autoría reconocida. En su época, es posible que este brillante matemático subestimara la importancia del arte de construir máquinas, a pesar de que dicha disciplina ya había dejado su huella en la historia del mundo griego.

Arquímedes: el genio de Siracusa

La crónica de la defensa de Siracusa nos presenta a un Arquímedes perfectamente capacitado para aplicar sus conocimientos matemáticos a la realidad física y a las necesidades urgentes. Se relata que adaptó sus descubrimientos sobre palancas a la construcción y mejora de catapultas, así como a complejos sistemas de poleas. En cualquier caso, la historia de Arquímedes y sus inventos se teje con mitos y leyendas.

Un físico y matemático adelantado a su tiempo

Arquímedes no solo destacó como inventor, sino también como un matemático excepcional. Sus contribuciones en el campo de la geometría y el cálculo integral son fundamentales, aunque a menudo eclipsadas por sus invenciones mecánicas. Su comprensión del principio de flotabilidad, conocido como el principio de Arquímedes, revolucionó la física de su época. Este principio establece que un cuerpo sumergido en un fluido experimenta un empuje hacia arriba igual al peso del fluido desplazado, lo que permitió avances significativos en la navegación y la ingeniería naval.

Además de su famoso principio, Arquímedes realizó importantes avances en el cálculo de áreas y volúmenes, sentando las bases para el desarrollo del cálculo integral. Su método de agotamiento fue precursor del cálculo moderno y demostró su habilidad para combinar teorías abstractas con aplicaciones prácticas. Aunque muchos de sus escritos se perdieron con el tiempo, los tratados que sobrevivieron, como "Sobre la esfera y el cilindro", son testimonio de su brillantez matemática.

La famosa exclamación "¡Eureka!" atribuida a Arquímedes, refleja su entusiasmo y pasión por el descubrimiento. Se dice que la pronunció al resolver el problema de determinar si la corona de un rey estaba hecha de oro puro, utilizando su principio de flotabilidad. Este episodio no solo destaca su ingenio, sino también su capacidad para aplicar conceptos matemáticos a problemas del mundo real.

Reconstrucción con IA del momento en el que Arquímedes lanzó su famosa expresión. Foto: DALL-E/Daniel Gómez.

La influencia de su entorno familiar

Arquímedes nació en Siracusa, una próspera ciudad griega en la isla de Sicilia, alrededor del año 287 a.C. Su entorno familiar jugó un papel crucial en su desarrollo intelectual. Se cree que su padre, Fidias, era astrónomo, lo que pudo haber influido en su interés por las ciencias y las matemáticas desde una edad temprana. La educación que recibió en Siracusa, combinada con sus estudios en Alejandría, uno de los centros de conocimiento más importantes de la antigüedad, le proporcionó una base sólida para sus inventos.

El entorno cultural y científico de Siracusa también fue un factor determinante en su formación. La ciudad, bajo el gobierno de Hierón II, era un importante centro de comercio y cultura, lo que permitió a Arquímedes acceder a una gran cantidad de recursos y conocimientos. Este ambiente estimulante fomentó su curiosidad y le permitió desarrollar sus habilidades en matemáticas y física, áreas en las que realizaría contribuciones duraderas.

A lo largo de su vida, Arquímedes mantuvo una estrecha relación con otros científicos y filósofos de su tiempo, lo que le permitió intercambiar ideas y conocimientos. Esta red de contactos fue esencial para su desarrollo como científico y le proporcionó la oportunidad de explorar nuevas teorías y conceptos. Su capacidad para integrar conocimientos de diferentes disciplinas es una de las razones por las que sus invenciones y descubrimientos son tan admirados hoy en día.

Representación de la ejecución de Arquímedes

El tornillo de Arquímedes: innovación en el bombeo de agua

En el relato del antiguo escritor griego Ateneo de Náucratis, contenido en La cena de los eruditos (Deipnosophistai), se revela la fascinante historia del Siracusia, un colosal barco encargado por el tirano Hierón II a Arquímedes. Este majestuoso navío, de aproximadamente 55 metros de eslora y capacidad para 600 personas, llevó el nombre de Siracusia en homenaje a Siracusa, mientras que la responsabilidad de su construcción y supervisión recayó en Arquias de Corinto.

El Siracusia, un verdadero coloso de la antigüedad, albergaba no solo jardines decorativos, un gimnasio y una biblioteca, sino también un templo dedicado a la diosa Afrodita. Posteriormente, al ser enviado como regalo a Ptolomeo III de Egipto, su nombre se transformó en Alejandria. Es frecuentemente llamado el "Titanic" de la Antigüedad, este monumental barco pesaba entre 1600 y 1800 toneladas, destacándose como la embarcación más grande de su época.

Titanic - Midjourney/Sarah Romero

El relato no solo narra la magnitud del Siracusia, sino que también revela detalles sobre algunas de las máquinas ingeniosas creadas por Arquímedes, como una catapulta. Uno de los elementos más destacados es el "tornillo de Arquímedes", una invención destinada a movilizar grandes cantidades de agua a través del casco del barco. El texto describe cómo, a pesar de la inmensidad de la bodega, Arquímedes ideó un ingenioso tornillo que permitía a un solo individuo bombear el agua, constituyendo una proeza notable: "Y aunque la bodega era de una profundidad enorme, se podía bombear por un solo hombre, a través de un tornillo, un ingenio que fue invención de Arquímedes".

Grabado del tornillo de Arquímedes (1908). - Thomas Davidson

El tornillo de Arquímedes, para la posteridad

Es importante señalar que la invención del tornillo podría no ser exclusiva de Arquímedes, ya que en la antigüedad existía un profundo interés en el uso del agua como recurso energético. Filósofos antiguos veneraban el agua como el principio de todas las cosas, y su manipulación en ríos y mares era esencial en la vida cotidiana y en las relaciones internacionales de las civilizaciones griega y romana. Aunque Vitruvio también describe una "cóclea para elevar agua" en sus escritos, similar al tornillo de Arquímedes, no menciona específicamente al matemático.

En esencia, el ingenio de Arquímedes se materializa en una estructura en hélice, semejante a un tornillo, enrollada en un tubo que forma un plano inclinado. Este dispositivo, conocido como "tornillo sin fin", demostró ser una contribución significativa a la ingeniería antigua, facilitando la elevación de agua o grano mediante su giro continuado.

Tornillo de Arquímedes usado en la actualidad. Créditos: J W Thomas/Getty Images. - J. W. Thomas

El rayo de calor: entre la realidad y la leyenda

Una de las narrativas más recurrentes que rodean la figura de Arquímedes es la epopeya del "rayo de calor", en la cual se cuenta que logró incendiar una flota romana, dirigida por Marcelo, utilizando el reflejo de la luz solar mediante grandes espejos. Son los conocidos "espejos ustorios de Arquímedes". Aunque esta historia ha capturado la imaginación a lo largo del tiempo, se revela como una leyenda en base a dos fundamentos: la falta de fuentes históricas fiables y las dificultades técnicas para que las naves se incendiaran mediante este procedimiento desde una perspectiva científica.

En primer lugar, la ausencia de menciones en las crónicas confiables de Siracusa por parte de Plutarco, Tito Livio o Polibio arroja dudas sobre la veracidad de este ingenioso relato. La omisión de tan significativas fuentes históricas nos impulsa a adoptar una postura escéptica. Aunque Galeno de Pérgamo, un médico griego del siglo II, menciona por primera vez la hazaña, su alusión es confusa y carece de claridad sobre si los "espejos ustorios" eran realmente los responsables del incendio.

Espejos ustorios, de Giulio Parigi. - Giulio Parigi

La segunda razón para considerar esta historia como una leyenda se encuentra en aspectos técnicos y científicos. A lo largo de la historia, diversos científicos han intentado respaldar o refutar la posibilidad de esta proeza. Mientras que René Descartes negó la viabilidad del rayo de calor debido a la necesidad de espejos extremadamente grandes y una precisión extrema, figuras como Galileo, Bonaventura Cavalieri y Roger Bacon respaldaron el acontecimiento, quizás más por admiración hacia Arquímedes que por una evaluación rigurosa de las posibilidades técnicas.

La garra de Arquímedes y su defensa en Siracusa

Entre las múltiples artimañas desplegadas por Arquímedes durante la defensa de Siracusa, destaca la famosa "garra de Arquímedes", también conocida como "manusferrea" o "mano de hierro". Aunque la estructura precisa de este ingenioso artefacto ha generado debate, su existencia es respaldada por destacados historiadores como Polibio y Tito Livio, quienes proporcionan descripciones de su funcionamiento.

El mecanismo básico de la garra de Arquímedes implicaba el uso de una polea o un polispasto, activado por la fuerza animal o la fuerza de varios hombres. Se desplegaba un gancho metálico de gran tamaño, similar a un ancla, que se aferraba al casco de las naves romanas. Una vez asegurado, la fuerza motriz se ponía en marcha, elevando lentamente la embarcación. Cuando alcanzaba cierta altura, se soltaba de golpe, provocando fracturas que llevaban al hundimiento del barco enemigo.

La garra de Arquímedes, de Giulio Parigi. - Giulio Parigi

Arquímedes y sus inventos, utilizados posteriormente

El interés en este ingenio no se limita a la antigüedad, ya que en 2005 se logró construir con éxito una réplica de la garra de Arquímedes para un episodio de la serie documental "Superarmas del mundo antiguo". Este hecho sugiere que, desde un punto de vista técnico, el ingenio ideado por Arquímedes podría haber sido factible.

Plutarco, en su Vida de Marcelo, también menciona la mano de hierro, describiendo cómo las naves enemigas eran sujetadas por grandes maderos puntiagudos que emergían desde la muralla y, mediante contrapesos, eran sumergidas en el mar. Además, utilizando garfios de hierro similares al pico de las grullas, algunas embarcaciones eran levantadas rectas por la proa y luego dejadas caer en el agua por la popa. Otras, atrapadas y arrastradas por máquinas que descendían desde la muralla, se estrellaban contra los escollos cercanos, provocando estragos en la tripulación.

El 'Siracusia': el barco monumental de la antigüedad

El Siracusia, también conocido como Alejandría, fue un barco monumental diseñado por Arquímedes, considerado el "Titanic" de la antigüedad. Este colosal navío, encargado por el tirano Hierón II, destacaba por su tamaño y lujo, con una eslora de aproximadamente 55 metros y capacidad para 600 personas. El Siracusia no solo era una maravilla de la ingeniería naval, sino también un símbolo de poder y prestigio para Siracusa.

El diseño del Siracusia incluía innovaciones tecnológicas avanzadas para su época, como el uso del tornillo de Arquímedes para bombear agua del casco. Este dispositivo permitía mantener el barco seco y estable, lo que era crucial para su operación. Además, el Siracusia contaba con jardines, un gimnasio y una biblioteca, reflejando el interés de la sociedad griega por la cultura y el conocimiento. Uno de los ejemplos más emblemáticos del ingenio que caracterizó a Arquímedes y sus inventos.

El Siracusia fue enviado como regalo a Ptolomeo III de Egipto, donde fue renombrado como Alejandría. Este acto no solo subrayaba la habilidad de Arquímedes como ingeniero, sino también la importancia diplomática de sus invenciones. El barco no solo representaba un logro técnico, sino también un medio para fortalecer las relaciones entre Siracusa y Egipto, demostrando el impacto multifacético de las creaciones de Arquímedes.

Grabado que representa a Arquímedes midiendo con compás. Foto: World History Encyclopedia.

Entre la realidad y la leyenda

Además del legado matemático y cientíco, existe también una parte de especulación y mito en Arquímedes y sus inventos, a veces atribuidos de manera errónea.

El rayo de calor: mitos sobre su efectividad

La historia del rayo de calor es una de las leyendas más fascinantes que rodean a Arquímedes y sus inventos. Se dice que durante el asedio de Siracusa, Arquímedes utilizó espejos para concentrar la luz solar y prender fuego a las naves romanas. Aunque esta historia ha capturado la imaginación de muchos, su veracidad es cuestionada debido a la falta de evidencias históricas y la complejidad técnica de tal hazaña.

A lo largo de los siglos, diversos científicos han intentado verificar la posibilidad del rayo de calor. Mientras que figuras como René Descartes lo consideraron inviable, otros como Galileo y Roger Bacon apoyaron la idea, aunque quizás más por admiración hacia Arquímedes que por pruebas concretas. La ausencia de menciones en fuentes históricas confiables como Plutarco y Tito Livio también arroja dudas sobre la autenticidad de este relato.

La leyenda del rayo de calor refleja la tendencia a mitificar las habilidades de Arquímedes y sus inventos, elevándolo a un nivel casi sobrenatural. Aunque es poco probable que este dispositivo haya existido en la forma descrita, la historia subraya la percepción de Arquímedes como un inventor capaz de desafiar los límites de la tecnología de su tiempo. Esta mezcla de realidad y mito ha contribuido a la perdurable fascinación por su figura.

Los espejos ustorios y la defensa de Siracusa

Los espejos ustorios, supuestamente utilizados por Arquímedes para defender Siracusa, son otro ejemplo de cómo la leyenda y la realidad se entrelazan en su legado. Estos espejos, descritos como grandes superficies reflectantes capaces de concentrar la luz solar, habrían sido utilizados para incendiar las naves enemigas. Sin embargo, la falta de pruebas concluyentes y las dificultades técnicas asociadas a su construcción hacen que esta historia sea vista con escepticismo.

El relato de los espejos ustorios apareció por primera vez en escritos de Galeno, siglos después de la muerte de Arquímedes, lo que sugiere que podría ser una adición posterior a su leyenda. A pesar de esto, la idea ha perdurado en la cultura popular, inspirando experimentos y debates sobre su viabilidad. Algunos expertos sugieren que Arquímedes pudo haber realizado experimentos ópticos que, con el tiempo, se transformaron en la leyenda de los espejos ustorios.

La fascinación por los espejos ustorios y otras leyendas asociadas a Arquímedes refleja el impacto duradero de su figura en la historia de la ciencia. Aunque es probable que estos relatos sean exageraciones o invenciones, subrayan la percepción de Arquímedes como un innovador sin igual, capaz de concebir tecnologías que desafiaban la comprensión de su época. Esta mezcla de realidad y ficción ha asegurado su lugar en la historia como uno de los más grandes inventores de la antigüedad.

El legado de Arquímedes en la ciencia y la invención

La figura de Arquímedes y sus inventos quedaron para siempre en la memoria colectiva como un ejemplo de experimentación a través de la curiosidad y el ingenio, como demuestran sus modernas réplicas

Investigaciones modernas sobreArquímedes y réplicas de sus inventos

El legado de Arquímedes ha perdurado a lo largo de los siglos, y su influencia sigue siendo evidente en la ciencia y la ingeniería modernas. Investigadores y entusiastas han intentado recrear sus invenciones, como la garra de Arquímedes, para evaluar su viabilidad técnica. Estos experimentos han demostrado que, aunque algunos relatos pueden ser exagerados, las ideas fundamentales detrás de sus inventos eran sólidas y avanzadas para su tiempo.

Las réplicas modernas de los inventos de Arquímedes no solo han proporcionado una comprensión más profunda de su funcionamiento, sino que también han inspirado nuevas aplicaciones en la tecnología contemporánea. Por ejemplo, el tornillo de Arquímedes sigue siendo utilizado en sistemas de bombeo y transporte de materiales, demostrando la durabilidad y versatilidad de su diseño. Estos experimentos subrayan la capacidad de Arquímedes para anticipar necesidades tecnológicas y ofrecer soluciones innovadoras.

El interés alrededor de Arquímedes y sus inventos también ha fomentado la colaboración entre disciplinas, combinando conocimientos de historia, ingeniería y física para explorar el impacto de sus contribuciones. Este enfoque multidisciplinario ha enriquecido nuestra comprensión de su legado y ha resaltado la importancia de la innovación y la creatividad en la resolución de problemas. La continua exploración de sus ideas asegura que el legado de Arquímedes seguirá inspirando a futuras generaciones de científicos e ingenieros.

Ilustración del Tornillo de Arquímedes o tornillo sin fin. Foto: Álbum.

Contribuciones matemáticas envueltas en mitos

Las contribuciones matemáticas de Arquímedes son tan notables como sus invenciones mecánicas, aunque a menudo se ven envueltas en mitos y leyendas. Su trabajo en geometría, cálculo y teoría de números sentó las bases para muchos desarrollos posteriores en estas disciplinas. Sin embargo, la falta de documentación y la transmisión oral de sus logros han contribuido a la creación de historias que a veces exageran o distorsionan sus verdaderas contribuciones.

Uno de los mitos más conocidos es el del "Contador de Arena", un tratado en el que Arquímedes calculaba el número de granos de arena necesarios para llenar el universo. Aunque este trabajo refleja su habilidad para manejar números grandes y conceptos abstractos, a menudo se presenta como una hazaña casi mágica. Este tipo de relatos subraya la tendencia a mitificar sus logros, oscureciendo la comprensión de sus verdaderas contribuciones científicas.

A pesar de la mezcla de realidad y mito, las contribuciones matemáticas de Arquímedes y sus inventos siguen siendo fundamentales para la ciencia moderna. Su enfoque riguroso y su capacidad para combinar teoría y práctica han dejado una huella indeleble en la historia de las matemáticas. Al separar los hechos de la ficción, podemos apreciar plenamente el impacto de sus descubrimientos y su legado duradero en el mundo de la ciencia y la invención.

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  • Eugenio M. Fernández Aguilar