La historia del español que fundó la ciudad de Los Ángeles

Felipe de Neve y Padilla nació en Bailén y llegó a ser gobernador de Las Californias. Durante su gobierno se fundaron ciudades como San José y Los Ángeles.
fundacion de Los Angeles

En Los Ángeles hay muchas calles, edificios, negocios, plazas y parques con nombres españoles, empezando por el de la propia ciudad. La Placita Olvera, en pleno centro, tiene la escultura de un español con aspecto de príncipe de Disney. Aunque en España sea un personaje desconocido por el público, tiene una importancia vital en la historia de Norteamérica, pues Los Ángeles, la segunda ciudad más poblada de Estados Unidos en la actualidad, tuvo un origen español. Esta es la historia de Felipe de Neve, un gobernador de origen andaluz que llegó a ser la máxima autoridad en las provincias del norte del Imperio español en el siglo XVIII, territorios que acabarían formando parte de los Estados Unidos y México.

Estatua de Felipe de Neve en Los Ángeles - Wikimedia

La Norteamérica española

Felipe de Neve nación en Bailén, municipio de Jaén, en 1724. Desde joven se dedicó profesionalmente a la guerra. Su experiencia militar, forjada en diversos cuerpos del reino, fue un valor muy codiciado en una época en la que el Imperio español seguía teniendo ambiciones para explorar, conquistar y fundar nuevas colonias en América. Sin embargo, el contexto no era favorable a los intereses de la corona española. Vicente G. Olaya ha escrito un riguroso informe sobre Felipe de Neve y resume de manera certera en qué momento se encontraba la partida:

“El panorama internacional en América, a mediados del siglo XVIII, se mostraba muy inestable. Por eso, el 23 de enero de 1768, se firmó una nueva real orden que reiteraba la necesidad de impedir factorías rusas en California. Los franceses, a su vez, se preparaban para buscar una vía terrestre que les permitiese unir Luisiana con el Pacífico. España acababa de ceder Florida a los ingleses para recuperar Manila y La Habana. Por su parte, Inglaterra se lanzaba a buscar una ruta marítima que uniera el Atlántico con el Pacífico con el fin de comerciar con Asia. El parlamento inglés ofreció 20.000 libras a quien encontrase el paso. El barco que lo intentará se llamará California. Las intenciones no se ocultaban. El tablero internacional donde España quería reforzarse temblaba y el norte del imperio en América estaba, definitivamente, en peligro”.

La brillante carrera militar de Felipe de Neve le sirvió para ser ascendido a sargento mayor y el 13 de septiembre de 1764 pasó al virreinato de Nueva España para servir en el Regimiento provincial de Caballería de Querétaro. Procuró poner remedio a la deteriorada situación militar que encontró a su llegada, pero no tardaron en aflorar nuevas dotes, esta vez en tareas de administración. Formó parte de la comisión dedicada a la expulsión de los jesuitas de Zacatecas y la administración de sus bienes. Sus servicios le llevaron a ser nombrado gobernador de las Californias el 28 de octubre de 1774 por mandato del virrey Antonio Bucareli. Fue el inicio de la carrera política de Felipe de Neve.

De militar a político

El territorio bajo su mando se dividía en tres tipos de núcleos: los pueblos, donde vivían poblaciones blancas; las misiones, donde se asentaban nativos en proceso de cristianización; y los presidios, que eran bases militares. Neve puso sus esfuerzos en garantizar los suministros a las poblaciones californianas y solucionar los problemas financieros que atravesaba la región. Entre sus acciones estaban la fundación de nuevos presidios y pueblos con los que proteger sus dominios y abastecer a la población con nuevas plantaciones y la cría de ganado. A estas operaciones militares y administrativas se sumaron la represión de insurrecciones indias y una mejora del trato a los nativos. “Amenazó con castigar severamente cualquier atropello contra ellos, lo que incluía la exposición pública de las penas y la posibilidad de que los indios fueran testigos. Una política de conciliación, que pasaba además por la entrega de regalos a los nativos, mejoró radicalmente la situación”.

Escudo de la ciudad de Los Ángeles - Wikimedia

Entre las fundaciones que Felipe de Neve realizó en California, destaca la de El Pueblo de Nuestra Señora la Reina de los Ángeles del Río Porciúncula el 4 de septiembre de 1781 que, posteriormente, pasó a conocerse como Los Ángeles. La segunda ciudad más poblada de los Estados Unidos en la actualidad inició su existencia con tan solo 44 personas. Los primeros pobladores de Los Ángeles fueron 14 familias: 11 hombres, 11 mujeres y 22 niños entre los que había mestizos, mulatos, indígenas y españoles. Según el investigador Francisco Linares Lucena:

“La localidad nació en el centro de Los Ángeles, donde hoy está situada la Plaza o calle Olvera, conocida popularmente como La Placita. En dicha plaza hay una estatua del fundador, junto a una cruz conmemorativa, una iglesia y una placa con los nombres de las primeras familias angelinas”.

El origen español de Los Ángeles puede apreciarse en el escudo actual de la ciudad. Dividido en cuatro partes, se representa a Estados Unidos, a California mediante un oso grizzly, a México y, abajo a la derecha, se pueden ver los escudos de Castilla y de León.

Referencias:

Gibson, C. 2022. El Norte. La epopeya olvidada de la Norteamérica español. Edaf.

Mathes W. M. 1981. El Gobernador Felipe de Neve recomienda la Fundación de Los Angeles. Quinto Centenario, 2, 159. https://revistas.ucm.es/index.php/QUCE/article/view/QUCE8181220159A

Olaya, V. 2023. Felipe de Neve: el hombre que forjó Los Ángeles. The Hispanic Council.

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