Aunque el caballero sea la figura tradicional asociada a la guerra medieval, también hubo mujeres que portaron armadura, espada y lucharon en el campo de batalla.
De mediados del siglo XV hasta finales del XVI, las nuevas monarquías absolutas lucharon para someter a la nobleza, y entre sí para hacerse con el control de los territorios.
¿Sabías que los animales han jugado un papel crucial en la historia de la guerra, desde los elefantes de combate hasta los delfines detectores de minas? Descubre las historias de estos héroes y víctimas olvidadas en el primer capítulo del libro ‘Animales de combate’ (Pinolia), de David Sánchez, que te ofrecemos en exclusiva.
La guerra, a menudo vista solo a través del prisma de su brutalidad y tragedia, también posee una dimensión estética y artística sorprendentemente rica. Este artículo ofrece una perspectiva inusual, examinando cómo la guerra ha sido interpretada y representada como una forma de arte.
Durante el Renacimiento, Europa no solo fue cuna de un florecimiento artístico y cultural sin precedentes, sino también escenario de conflictos cruciales que definieron su futuro. Sumérgete en las batallas y estrategias políticas de la época, desvelando cómo influyeron en el desarrollo y la expansión de las ideas renacentistas.
Una joven campesina que pasó de liderar un ejército a morir condenada por hereje. Hoy día un icono cultural que arrastra muchos intereses políticos sobre su figura.
Pedro I de Castilla, apodado el Cruel por sus detractores y el Justiciero por sus seguidores, es un rey de Castilla, concretamente de la Casa de Borgoña, cuya vida siempre ha despertado interés entre historiadores y público en general por dos motivos. Por un lado, su triste final, asesinado por sus enemigos y, por el otro, por el grandísimo amor que le tuvo a su amante María de Padilla.
Francia e Inglaterra, enemigos eternos en la Edad Media, protagonizaron el enfrentamiento denominado la “Guerra de los cien años”, pero no fueron 100 años lo que duró la contienda.
La Bastilla era una poderosa fortaleza que dominaba los barrios populares del este de París, símbolo de la autoridad arbitraria de la monarquía absoluta, que en su origen era una fortificación contra los ingleses durante la Guerra de los Cien Años, y que Richelieu convirtió en prisión del Estado.