Los invertebrados tienen un papel vital en el medio ambiente, ya que además de indicar la salud de los ecosistemas marinos y terrestres contribuyen a la cadena alimenticia y a la polinización de las plantas.
Asimismo, estos animales suponen un 95 % del reino animal. ¿Sabías que existen más de un millón de invertebrados descritos? Además, aunque la mayoría son insectos, existen muchas especies por descubrir. Es por ello que debemos dividirlos en dos categorías: los invertebrados con protección corporal y los invertebrados sin protección.
Importancia de los invertebrados en ecosistemas
Invertebrados en ecosistemas marinos
En los ecosistemas marinos, los invertebrados son esenciales para la salud y el equilibrio del entorno. Los equinodermos, como las estrellas de mar y los erizos, contribuyen al control de las poblaciones de algas y otros organismos marinos. Los moluscos, incluidos los bivalvos como las almejas y mejillones, filtran el agua, mejorando su calidad y claridad. Además, los corales, que son cnidarios, forman arrecifes que albergan una gran biodiversidad. Estos arrecifes proporcionan refugio y alimento a numerosas especies marinas, siendo vitales para la pesca y el turismo.
Invertebrados en ecosistemas terrestres
En los ecosistemas terrestres, los invertebrados también desempeñan funciones cruciales. Los insectos, como las abejas y mariposas, son polinizadores indispensables que facilitan la reproducción de muchas plantas. Sin ellos, la producción de alimentos como frutas y verduras se vería gravemente afectada. Los artrópodos descomponedores, como los escarabajos y lombrices, ayudan a reciclar nutrientes al descomponer materia orgánica. Este proceso enriquece el suelo, promoviendo el crecimiento de plantas y manteniendo la salud del ecosistema.

Clasificación de los invertebrados
Invertebrados con protección corporal
Los invertebrados con protección corporal incluyen grupos como los artrópodos, moluscos y equinodermos. Los artrópodos son el grupo más diverso, abarcando insectos, arácnidos, crustáceos y miriápodos. Estos animales poseen un exoesqueleto que les brinda soporte y protección. Los moluscos, por su parte, cuentan con conchas o caparazones que protegen su cuerpo blando. Los equinodermos, exclusivamente marinos, tienen un esqueleto interno formado por placas calcáreas.
Invertebrados sin protección corporal
Por otro lado, los invertebrados sin protección corporal incluyen a los gusanos, poríferos y celentéreos. Los gusanos, como los anélidos y nematodos, tienen cuerpos segmentados o cilíndricos que les permiten moverse fácilmente en su entorno. Los poríferos, comúnmente conocidos como esponjas, poseen un cuerpo poroso que filtra el agua para alimentarse. Los celentéreos, como las medusas y anémonas, tienen cuerpos gelatinosos y tentáculos con células urticantes para capturar presas.
El grupo de los artrópodos
Variedad y adaptación de los artrópodos
Los artrópodos son un grupo fascinante debido a su increíble diversidad y capacidad de adaptación. Se encuentran en casi todos los hábitats de la Tierra, desde las profundidades oceánicas hasta las cimas de las montañas. Su éxito evolutivo se debe en gran parte a su exoesqueleto, que les proporciona protección contra depredadores y desecación. Además, poseen apéndices articulados que les permiten moverse con agilidad y realizar tareas complejas, como volar, nadar o cavar.
Ejemplos de artrópodos
Entre los artrópodos más conocidos se encuentran los insectos, como las mariposas y hormigas, que son esenciales para la polinización y el control de plagas. Los arácnidos, como las arañas y escorpiones, son depredadores eficaces que ayudan a mantener el equilibrio ecológico al controlar las poblaciones de insectos. Los crustáceos, como los cangrejos y camarones, son fundamentales en las cadenas alimenticias acuáticas, mientras que los miriápodos, como los ciempiés y milpiés, desempeñan un papel importante en la descomposición de materia orgánica.

Moluscos y equinodermos: adaptaciones únicas
Moluscos en diversos entornos
Los moluscos son un grupo de invertebrados que han desarrollado adaptaciones únicas para sobrevivir en una variedad de entornos. Los gasterópodos, como los caracoles y babosas, se encuentran tanto en hábitats terrestres como acuáticos. Los cefalópodos, como los pulpos y calamares, son conocidos por su inteligencia y habilidades de camuflaje, que utilizan para evadir depredadores y capturar presas. Los bivalvos, como las almejas y mejillones, se adhieren a superficies rocosas en ambientes marinos y filtran el agua para alimentarse.
Equinodermos en el medio marino
Los equinodermos son invertebrados exclusivamente marinos con adaptaciones únicas que les permiten prosperar en el océano. Las estrellas de mar, por ejemplo, tienen la capacidad de regenerar brazos perdidos, lo que les permite sobrevivir a ataques de depredadores. Los erizos de mar poseen espinas móviles que les ofrecen protección y les ayudan a desplazarse. Los pepinos de mar, por su parte, son importantes recicladores de nutrientes en el fondo marino, contribuyendo a la salud del ecosistema.

Reproducción y supervivencia de los invertebrados
Reproducción rápida en esponjas y corales
La reproducción en invertebrados es un proceso fascinante que varía ampliamente entre especies. Las esponjas y corales, por ejemplo, tienen la capacidad de producir tanto óvulos como esperma, permitiéndoles reproducirse de manera eficiente en su entorno acuático. Esta estrategia de reproducción rápida es esencial para su supervivencia, especialmente en hábitats donde las condiciones pueden cambiar rápidamente. Además, las esponjas pueden reproducirse asexualmente mediante fragmentación, lo que les permite colonizar nuevas áreas rápidamente.
Sobrevivir en entornos extremos
Muchos invertebrados han desarrollado adaptaciones sorprendentes para sobrevivir en entornos extremos. Algunos insectos, como los escarabajos del desierto, pueden tolerar temperaturas extremadamente altas y la falta de agua. Otros, como ciertas especies de ácaros, son prácticamente invisibles y pueden sobrevivir en condiciones adversas. Estas adaptaciones les permiten colonizar hábitats que serían inhóspitos para otros animales, demostrando su increíble capacidad de supervivencia.

Invertebrados casi invisibles
Algunas especies de invertebrados son tan pequeñas que resultan casi invisibles a simple vista. Los ácaros y ciertos tipos de moscas son ejemplos de invertebrados microscópicos que desempeñan roles importantes en sus ecosistemas. A pesar de su tamaño diminuto, estos organismos pueden tener un gran impacto en la salud de los ecosistemas, ya que participan en procesos como la descomposición de materia orgánica y el control de plagas. Su presencia subraya la diversidad y complejidad del mundo de los invertebrados.
Especies en peligro de extinción
Impacto de pesticidas y contaminación
El uso de pesticidas y la contaminación ambiental están poniendo en peligro a muchas especies de invertebrados esenciales para los ecosistemas. Insectos como las abejas, mariposas y moscas, que son vitales para la polinización de plantas, están viendo disminuidas sus poblaciones a nivel mundial. La pérdida de estos polinizadores podría tener consecuencias desastrosas para la producción de alimentos y la biodiversidad. Es crucial tomar medidas para proteger a estas especies y garantizar la salud de nuestros ecosistemas.

Increíbles hábitats: vida a 7000 metros
Algunas especies de moluscos han desarrollado la capacidad de vivir a profundidades extremas en el océano, llegando hasta los 7000 metros. En estos entornos oscuros y fríos, donde la presión es inmensa, estos invertebrados han encontrado formas de sobrevivir y prosperar. Los bivalvos, por ejemplo, han desarrollado adaptaciones únicas que les permiten filtrar nutrientes del agua en estas condiciones extremas. Su existencia en tales profundidades es un testimonio de la resistencia y adaptabilidad de los invertebrados.
La inteligencia de los cefalópodos
Los cefalópodos, como los pulpos, son conocidos por su notable inteligencia y habilidades de resolución de problemas. Estos invertebrados poseen cerebros grandes y complejos en comparación con otros invertebrados, lo que les permite realizar tareas cognitivas avanzadas. Los pulpos son capaces de abrir frascos, usar herramientas y recordar patrones, lo que demuestra un nivel de inteligencia comparable al de algunos mamíferos. Su capacidad para aprender y adaptarse a nuevas situaciones les ha permitido prosperar en diversos entornos marinos.
Regeneración en estrellas de mar
Las estrellas de mar son un ejemplo fascinante de invertebrados con la capacidad de regenerar partes de su cuerpo. Si pierden un brazo, pueden regenerarlo completamente, e incluso, en algunos casos, pueden regenerar un cuerpo entero a partir de un solo brazo. Esta capacidad de regeneración es una adaptación vital que les permite sobrevivir a ataques de depredadores y recuperarse de lesiones. La regeneración en estrellas de mar es un fenómeno que sigue intrigando a los científicos, quienes buscan comprender los mecanismos detrás de esta increíble habilidad.
Referencias
- Marshall, A. J., & Williams, W. D. (1985). Zoología. Invertebrados (Vol. 1). Reverté.
- Crespi Abril, A. C., & Rubilar Panasiuk, C. T. (2018). Ética e invertebrados: análisis de los casos de los cefalópodos y equinodermos.
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