El pueblo romaní ha sufrido al menos seis siglos de persecución, expulsiones, leyes de exclusión y violencia. La Gran Redada, operación antigitana ordenada por Fernando VI que las autoridades de la época calificaron como “la solución definitiva al problema gitano”, es el precedente más claro del Porrajmos, el genocidio nazi de los gitanos de Europa. La “solución final”, por tanto, fue la culminación de siglos y siglos de odio racial y étnico.