ACES ya funciona en la Estación Espacial Internacional: una misión de la ESA con relojes atómicos que buscan desde probar la relatividad hasta abrir camino a una nueva definición del segundo. Un experimento histórico.
La Starship ha superado con éxito parcial su tercer lanzamiento de prueba, pero ¿estará preparada a tiempo para llevar astronautas de nuevo a la superficie de la Luna como parte de la misión Artemis III?
El año 2024 promete traernos mucha exploración espacial. Con cada vez más personajes involucrados, con un ritmo de lanzamientos creciente y con la exploración de la Luna, Marte y varios cuerpos del sistema solar, además de con la posible vuelta de astronautas a la órbita lunar.
Este año se vuelve a romper el récord de lanzamientos al espacio. Este año ha estado marcado por misiones científicas como Euclid, JUICE o Psyche, por hitos como la misión Chandrayaan-3 de la India o los primeros vuelos de la nave Starship de SpaceX.
La NASA se encuentra preparando la sonda Psyche con destino al asteroide del mismo nombre, una bola metálica de más de 200 kilómetros de diámetro. Este asteroide podría contener tanto hierro, níquel y otros metales que lo convertirían en el cuerpo más valioso económicamente del sistema solar.
Los astrónomos hacen sonar las alarmas ante esta noticia. El satélite BlueWalker 3 es el octavo objeto más brillante del cielo y más satélites como este están a punto de abarrotar nuestro cielo.
En la industria aeroespacial, como en muchos otros ámbitos de nuestra sociedad, fracasar sí es una opción. No solo eso, sino que es una parte fundamental del proceso de desarrollo de nuevas tecnologías y es una parte imprescindible del progreso.
Al espacio no solo mandamos astronautas, satélites o partes de estaciones espaciales. De vez en cuando llegan a órbita objetos de lo más peculiares. Desde coches o juguetes hasta sables láser, guitarras o una pizza.
2022 fue el año con más lanzamientos al espacio de la historia, como resultado del desarrollo exponencial que está teniendo la industria aeroespacial en la última década que está haciendo cada vez más crucial la creación de una agencia espacial por parte de todos aquellos países que quieran formar parte del futuro de la humanidad.
Kairan Quazi se graduará en cuestión de días en la Escuela de Ingeniería de la Universidad de Santa Clara. Será la persona más joven en graduarse en esa universidad y el trabajador de menos edad de SpaceX.
Ya está todo listo. El primer vuelo orbital de la nave de SpaceX será en los próximos días, lo que marcará el primer paso para llegar a Marte -si no hay ningún inconveniente técnico-.
¡Albricias! La compañía Relativity Space ha hecho historia con el lanzamiento exitoso de un cohete impreso en 3D, demostrando la viabilidad de este innovador modo de fabricación de cohetes.
Ya estaba todo listo y parece que finalmente podremos ver materializado el lanzamiento a lo largo del próximo mes. Llega el momento de cambiar las reglas del juego.
PLDSpace, la SpaceX española, está desarrollando actualmente dos cohetes reutilizables, los primeros en Europa, con los que pretende dominar el mercado de lanzamientos orbitales y suborbitales de baja masa en nuestro continente. Estos esfuerzos podrían situar a nuestro país como un actor principal de esta industria.
Se están llevando a cabo ya las primeras pruebas en la órbita terrestre de la tecnología que en un futuro nos permitirá crear energía eléctrica desde el espacio. Las centrales solares en órbita podrían ayudarnos a combatir el calentamiento global, pero requiere de un desarrollo tecnológico importante.
El año 2022 fue el más fructífero de esta segunda carrera espacial, superando en lanzamientos a cualquier otro año. En 2023, sin embargo, nos esperan todavía más alegrías, con al menos cinco cohetes nuevos, más lanzamientos que nunca del Falcon Heavy y muchas misiones al sistema solar exterior.
Un fallo en la nave rusa Soyuz ha dejado a los cosmonautas en jaque en la ISS. La NASA está planteándose la posibilidad de emplear una nave espacial de SpaceX para transportar a tres astronautas en caso de emergencia.
Si bien el telescopio espacial James Webb y la misión Artemis I han marcado el comienzo de una nueva era de exploración en 2022, damos un paseo por las misiones que despegarán este mes.
Los robots nos ayudarán en la colonización de la Luna y Marte, en la construcción de megatelescopios en órbita y en la industria de la minería de asteroides, como ya nos ayudan hoy en día en la Estación Espacial Internacional y en muchos otros tantos procesos relacionados con la conquista y la exploración del espacio.
Con el creciente número de lanzamientos espaciales cada año, tal vez sea hora de plantearnos las consideraciones ambientales de la industria aeroespacial. No solo contaminan más que otros medios de transporte, sino que su contaminación alcanza regiones de la atmósfera inaccesibles para el resto.
El tren supersónico de Elon Musk, el Internet cuántico o el uso de la inteligencia artificial para encontrar moléculas capaces de desarrollar fármacos más potentes y efectivos son algunos ejemplos.
Un artículo de Scientific American aborda una cuestión ya planteada por el líder de SpaceX, Elon Musk. Viviríamos en una simulación conducida por la luz y la gravedad.
Drones personales, coches autónomos, túneles sin tráfico, bicicletas eléctricas compartidas, cápsulas que acelerarán hasta 1.000 km/h, aviones supersónicos y vuelos suborbitales. Los nuevos vehículos prometen librarnos de atascos y esperas, y conectarán los extremos del planeta en unas horas.
Expertos vaticinan que el desarrollo de la IA, el mayor reto tecnológico de la historia, dará a luz una nueva generación de robots autónomos capaces de atender nuestras necesidades. Pero ¿constituirán una amenaza?