Según Joan Coromines, la palabra ganar procede probablemente del gótico "ganan", que significa codiciar, y está relacionado con el escandinavo antiguo gana, "abrirse la boca", "desear con avidez". El significado de nuestro verbo evolucionó bajo el influjo de otro verbo romance procedente del germánico, waidanjan, que significa "cosechar", "ganar".